Centro Cultural Foro el Obraje
El Barrio de Santa María del Obraje busca conservar y amalgamar varios elementos, para mantener el liderazgo y seguir siendo la zona de mayor influencia económica, social y cultural de la ciudad, además de ser un motor fundamental de desarrollo y conexión con el mundo.
En estos tiempos que conlleva grandes retos, siendo conocedor de la importancia en la generación de riqueza, bienestar y prestigio que esta zona ha aportado durante varios siglos, el trabajador, creador incansable y empresario Pablo Rodríguez tomó el liderazgo para seguir la transformación, entendiendo que se había acabado un ciclo agrícola e industrial y que empezaba una nueva etapa en la que el eje central sería el propio ser humano y no la producción de bienes.
Por ello emprendió una profunda evolución del Barrio, transformándolo en una conexión y contacto humano, a través de la vivencia de experiencias y goce de los sentidos, creando espacios holísticos que conectan con el espíritu, por lo que tomó como eje central la Cultura. El empresario Pablo Rodríguez, para el presente siglo mandó a restaurar un edificio en ruinas que data del siglo XVIII y lo convirtió en Centro Cultural para la presentación de algunos de los eventos más importantes de la ciudad, como el Festival Cervantino, el Festival de Música de Cámara de Invierno, el Festival de Música Barroca, el Festival de Jazz & Blues, el Festival de Teatro y Danza, y Conciertos Corales.
También se han realizado exposiciones, promoción de artistas, talleres de escultura, pintura, teatro y entretenimiento; y se han traído a algunos de los mejores arquitectos de México para embellecer el lugar y restaurar la Capilla de San José del Obraje, así como la Troje del siglo XVIII o la inigualable cortina de la Presa del siglo XIX. Entorno a este Centro, la actividad económica de la zona ha cambiado para convertirse en un polo de desarrollo económico, recientemente han arribado inversiones importantes como las del Hotel Live Aqua y el Restaurante Prime Steak House.
Asimismo, en este contexto de desarrollo, el empresario Pablo Rodríguez ha logrado que en este lugar sus habitantes y visitantes puedan disfrutar de un área donde la naturaleza se recrea junto al ser humano, la cual está contenida y adornada por la presa, que aún se mantiene en funcionamiento hidráulico y que, gracias al cuidado que se le ha dado, permite ser una zona de tránsito para los patos canadienses, la mariposa monarca y otros animales y plantas endémicas. Es un lugar inigualable por su belleza para la recreación y el esparcimiento humano. Por otra parte, con el cambio de la Fábrica de la Aurora que dejó de ser industrial, gracias a la familia Garay, se ha convertido en un Centro de Diseño y Arte.
Hoy en día, podemos decir que gracias a estas iniciativas empresariales se ha logrado integrar y desarrollar esta zona como una de las zonas más importantes de Cultura, Ecología, Arte, Entretenimiento, Recreación y Turismo, lo que está proyectando que el Barrio no solo sea un lugar indispensable de visitar y de vivir, sino que se está perfilando como un destino para mantener el liderazgo de siglos atrás, además de ser un polo de inversión de la más alta calidad y plusvalía de la ciudad y la región, mantenido el prestigio de la ciudad de San Miguel de Allende hacia el mundo.